Las posiciones de enfermería son un conjunto de pruebas que se deben superar para poder trabajar como enfermero o enfermera.
Una vez superadas las posiciones de enfermería, el aspirante obtiene la plaza correspondiente y, por tanto, el derecho a ejercer la profesión. No obstante, aunque el proceso selectivo es el mismo para todos los aspirantes, las plazas a las que se puede acceder son diferentes en función de la comunidad autónoma en la que se vaya a trabajar.
En España, el número de plazas de enfermería ofertadas cada año es muy limitado, por lo que muchos aspirantes no logran superar el proceso y tienen que esperar un año más para volver a presentarse. De hecho, se estima que solo un 15% de los aspirantes logran superar las posiciones de enfermería y obtener una plaza.
Aunque el proceso selectivo es el mismo para todos los aspirantes, las plazas a las que se puede acceder son diferentes en función de la comunidad autónoma en la que se vaya a trabajar
En cuanto al salario de un enfermero o enfermera, este depende tanto del convenio colectivo como de la categoría profesional a la que pertenezca el trabajador. No obstante, según datos del Ministerio de Sanidad, el salario medio de los enfermeros españoles es de 2.379 euros brutos al mes.
Preparar y superar las posiciones de enfermería es un proceso largo y complicado, pero que merece la pena si se consigue la plaza. De hecho, trabajar como enfermero o enfermera tiene muchas ventajas:
- Es una profesión muy prestigiada y valorada socialmente.
- Se trata de un trabajo muy gratificante, ya que se ayuda a muchas personas a mejorar su salud.
- Ofrece numerosas oportunidades de carrera, ya que es posible acceder a puestos de responsabilidad en hospitales y centros sanitarios.
- Permite disfrutar de un buen sueldo y de numerosos beneficios sociales.
Aunque el proceso selectivo sea complicado, hay varias cosas que se pueden hacer para facilitar su superación:
- Lo primero es informarse bien sobre el contenido del examen y las diferentes fases del mismo. Hay que tener en cuenta que el proceso selectivo suele cambiar cada año, por lo que es importante estar al día de las novedades.
- En segundo lugar, hay que estudiar de forma intensiva y a conciencia todos los contenidos del examen. Hay que tener en cuenta que el nivel de exigencia es muy alto, por lo que no se puede permitir ningún error.
- Por último, hay que hacer muchos ejercicios y simulados para familiarizarse con el examen y afrontarlo con confianza.